Querida niña
Con poco más de treinta años, tras morir su madre, Agatha Bodenham se encuentra completamente sola. Entonces recordará, e invocará de nuevo a la vida, a la única compañera que ha tenido en toda su existencia: Clarissa, una amiga imaginaria de la niñez. Sí, imaginaria pero, en verdad, más real que cualquier otra persona. Al principio, Clarissa se le aparecerá sólo de noche, luego conquistará el día, fundamentando su existencia material en la calidez del amor obsesivo de Agatha, hasta que los demás, extrañamente, también consiguen verla.
Verla pero no tocarla... Agatha protegerá hasta las últimas consecuencias su creación con un amor obstinado y posesivo; protegerá a Clarissa de los demás, incluso del amor de un hombre, pues si cualquier otro llegase a tocarla las consecuencias serían fatales.
La soledad siempre acaba siendo fantasmal. Edith Olivier nos ofrece una novela corta en la que la protagonista empieza buscando un espejo al que hablarle sin miedo ni prejuicios y termina construyendo una existencia paralela capaz de responder preguntas como ella misma no ha sabido hacer; capaz de desear y de intentar, incluso de acometer, todo lo que ella no tuvo el valor de llevar a cabo: una criatura que responda al amor tal y como se espera. El Frankenstein personal de Agatha Bodenham no está compuesto de partes muertas; al contrario, está creado a partir de toda esa vida que no hemos vivido (que nos falta por vivir) cuando nos enfrentamos a la realidad opresiva.
Leído en la prensa
«Querida niña puede ser leída como una autobiografía inconsciente.» Frances Wilson, The Spectator
«Un libro extrañamente adorable.» David Garnett
«¿Un cuento de hadas? No, una vuelta de tuerca sutil pero llena de aristas al tema de la soledad y el amor.» Cyril Connolly
«Clarissa irrumpe con tal fuerza que hasta es visible para los demás, pero su resurrección da peligroso cuerpo a todo aquello que ella no ha podido ser. Estremecedora.» Eugenio Fuentes, La Nueva España
«A través de Clarissa vemos, en suma, la cara y la cruz de Agatha Bodenham, su complejidad interior y psicológica como prisionera de su biografía y de sí misma, mientras asistimos a una historia magníficamente contada e irresistible por sus recovecos, misterios e incógnitas.» Manuel Hidalgo, El Mundo
«Querida niña es una historia a medio camino entre el cuento gótico y la novela psicológica, entreverando ambos géneros para dar consistencia a un relato cuya mayor virtud es la de convertir en literariamente verosímil aquello que a priori resultaría inverosímil.» María Teresa Lezcano, Sur
«Edith Olivier fue una de esas mujeres que definen una época.» Álvaro Colomer, Yo Dona
«Querida niña parece una historia de fantasmas. Una aparición que cobra vida. Una niña pequeña, imaginada, que se transforma en carne, que crece hasta alcanzar el final de la adolescencia. Nunca sabemos si existe más allá de la mirada de Agatha, si es la perturbación de su mente quien la solidifica ante los otros. ¿Existen siquiera, los otros?» Dara Scully, Revista Détour
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…