Los años han convertido a Anna Banti, pseudónimo de la escritora Lucia Lopresti (Florencia, 1895-1985), en un mito central de las letras italianas. Historiadora y crítica de arte, autora de novelas como Le donne muoiono (1951), Il bastardo (1953), Le mosche d’oro (1962), la colección de cuentos Campi Elisi (1963) y la fascinante obra autobiográfica Un grido lacerante (1981), su personalísima escritura, rigurosa y acerada, se centró en dar voz a mujeres que lucharon contra los prejuicios de su tiempo y que persiguieron la dignidad que les correspondía. Casada con el gran crítico e historiador del arte Roberto Longhi (que dedicó a la propia Artemisia Gentileschi una reivindicación pionera en 1916), dirigió con él la influyente revista de arte y literatura Paragone.
Artemisia (1947), novela cargada de magia ya desde su accidentada gestación, fue la obra más querida por la autora, aquélla que, según Susan Sontag, «le asegura su puesto en la literatura mundial».
Mostrando el único resultado