Iluminada
¿Es posible reírse a carcajadas mientras lees un libro que trata sobre el Amor, el Alcoholismo, la Depresión, el Matrimonio, la Maternidad y… Dios? Por supuesto. Iluminada es un buen ejemplo, el mejor ejemplo. Pocas memorias (con el ritmo de una gran novela) están a la altura de estas páginas.
La joven que pasó su dura infancia en Texas, en el seno de una familia mucho más que «peculiar», vive durante su primera madurez un infierno del que quizá sólo puedan salvarla, además de la literatura y la fe, la ayuda de otros que pasaron antes por lo mismo que ella; sin olvidar el amor por su hijo, algo que la inunda al mismo tiempo que la confunde, como a tantísimas madres.
Leído en la prensa
«Una monumental obra memorialística que no surge de la rentabilidad sino de algo muy distinto: la necesidad.» Laura Ferrero, ABC
«Agarra al lector y ya no lo suelta.» Eugenio Fuentes, La Nueva España
«Honesta como sólo pueden serlo aquellos que han decidido mirarse el reverso de la piel, (…) Iluminada es un magistral ejercicio de estilo cimentado sobre los posos de una vida alcohólica y una infancia violenta, amén de una declaración de amor por la literatura.» Pilar Manzanares, Esquire
«Mary Karr hace de la tragedia carcajada; sobre todo, de la suya. En Iluminada nos habla con sinceridad descarnada de sus complejas relaciones con el alcoholismo y la maternidad.» Rosa Gil, Mujer Hoy
«Karr es una destacada estilista (…) y utiliza un sentido del humor que hace más llevaderos la adicción de sus padres, un intento de suicidio o la internación en un psiquiátrico.» Patricio Pron, El País
«Unas memorias brillantes y divertidas a la par que desgarradoras donde explica su conversión al catolicismo.» Leticia Blanco, El Mundo
«Capaz de llevarte de la risa al pavor en unas frases, Karr ha escrito el mejor libro que he leído en años, tan divertido y tan serio a la vez.» Susan Cheever, El Cultural
«Un libro que funciona a un ritmo imparable, lleno de pasajes valiosos y estallidos divertidísimos.» Pablo Martínez Zarracina, El Correo
«Aunque narre una vida que sólo conoce dos estados (descarriada o a punto de descarriar) el libro jamás resulta claustrofóbico porque tiene muchas ventanas y todas abiertas. El sentido del humor de la autora arrastra los lacrimógenos vapores de tanto infortunio y padecimiento.» José María Contreras, Leer por leer
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